Basta recorrer cinco kilómetros hacia el sur desde el aeropuerto César Gaviria Trujillo, en Inírida, para llegar a las sabanas donde crece la flor de Inírida, que le da su nombre a la capital del departamento del Guainía. Esta flor roja, parecida a una espiga, es endémica de la región y crece en terrenos arenosos cerca de los ríos Inírida y Guainía.