Famoso en todo el país por ser la capital de los deportes de riesgo, el pequeño municipio de San Gil es el lugar que estás buscando si lo que quieres es una explosión de adrenalina en medio de la espléndida naturaleza de los Andes colombianos del este.
Si bien su fama está justificada por las actividades que allí se pueden practicar (entre ellas, rafting, exploración de cuevas, barranquismo, rapel y parapente), las emociones en San Gil no se limitan al deporte extremo.
Desde allí, podrás acceder a pueblos de montaña, cascadas espectaculares, estanques calmos y tranquilos parques. Para coronar tu estadía, podrás saborear las delicias tradicionales de la gastronomía santandereana.
Atracciones
Parque Natural El Gallineral
Ubicado en una isla que forman dos brazos de la quebrada Curití antes de desembocar en el río Fonce, este parque urbano es uno de los más mágicos de toda la región andina.
Los casi dos mil árboles que alberga este parque están cubiertos por musgo español, también llamado barba de viejo, que le confiere a este lugar un aire de bosque encantado de cuento de hadas.
Por su extensión, el parque difícilmente se llena de gente, y seguro encontrarás un rincón tranquilo junto al río donde meditar, observar la naturaleza o disfrutar de alguna lectura.
Vida al aire libre
Cascadas de Juan Curí
Este conjunto de cataratas que se arrojan desde 200 metros de altura y caen en una seductora piscina natural son definitivamente una de las atracciones naturales principales de la zona. Podrás descender haciendo rapel por gran parte de ellas.
Cascadas
Experiencias
Rafting en San Gil
La experiencia de aventura más clásica en San Gil es hacer rafting en el río Fonce, cuyas aguas atraviesan la ciudad. La dificultad de sus rápidos es moderada, así que, no importa cuál sea tu nivel de experiencia, podrás poner en práctica tus habilidades en la balsa mientras disfrutas del hermoso paisaje ribereño.
Si deseas vivir este deporte con mayor intensidad, intenta hacerlo en el río Suárez, más alejado de la ciudad. Sus agitados rápidos, de categorías IV y V, te llevarán a conocer el impresionante cañón del río, al mismo tiempo que pondrán a prueba tu resistencia y técnica.
Deportes de riesgo
Excursiones a las cuevas de San Gil
Los alrededores de San Gil son el paraíso de los espeleólogos, ya que hay una enorme cantidad de cuevas para explorar, desde reducidos huecos escondidos hasta imponentes cavernas subterráneas llenas de estalactitas y estalagmitas. Si eliges visitarlas, ten a mano ropa y calzado cómodos y que se puedan estropear, porque seguro salgas de ellas cubierto de lodo.
La Cueva de la Vaca, cerca del pequeño pueblo de Curití, es la más grande y emocionante de todas. Para ingresar, deberás nadar por un túnel sumergido y arrastrarte por pasadizos embarrados que te transportarán noventa metros bajo tierra.
En Páramo, la Cueva del Indio te hará estremecer con sus recovecos llenos de murciélagos y con la sorpresa final: para salir, deberás saltar desde una rudimentaria plataforma hacia un estanque oscuro.
Deportes de riesgo
Balnearios de San Gil
Las aguas que bajan de las montañas para unirse a los caudalosos ríos de la región van dejando a su paso refrescantes estanques donde podrás zambullirte. Los lugares más codiciados para hacerlo son los balnearios Pozo Azul, a minutos de la ciudad, y Pescaderito, en Curití.
Vida al aire libre
Detalles prácticos
Alojamiento
San Gil tiene un abanico de opciones de alojamiento que va desde hostales populares entre los viajeros que buscan emoción y aventuras hasta hoteles familiares de gama intermedia. Los hospedajes más elegantes se encuentran en las áreas un poco más rústicas de los suburbios.
Llegada
Actualmente, no hay ningún aeropuerto en funcionamiento en las cercanías de San Gil. El más próximo es el de Bucaramanga, que está a tres horas de viaje por el fascinante Cañón del Chicamocha. Otra opción es dirigirse a Bogotá, que tiene una oferta de vuelos nacionales e internacionales muy variada, para lo que deberás emprender un viaje de aproximadamente seis horas en auto.
