Un lugar que cautiva por su autenticidad es la Mina de Sal de Nemocón, una hora al norte de Bogotá. Allí, 80 m bajo tierra, los viajeros recorren 1.600 m de túneles por los que entre 1816 y 1968 se extrajeron cerca de 8 millones de toneladas de sal. Llaman la atención los 28 espejos de salmuera, en los que se disolvían las rocas de sal y que producen un efecto óptico impresionante.