Descubre lo que hace especial a las artesanías colombianas con Cien Años de Soledad
Las artesanías son parte de la historia ancestral de Colombia y una de sus grandes manifestaciones es la joyería, una expresión artística que llega desde la época precolombina, recorriendo el paso del tiempo gracias a la transferencia de conocimientos entre generaciones.
Desde tiempos inmemoriales, el trabajo orfebre con metales y piedras preciosas ha despertado la curiosidad del mundo, entrecruzando el mito con la realidad y encontrando nuevos caminos para crear elementos artísticos únicos.
En sus formas y colores está el trabajo de cientos de manos, las manos de diferentes culturas que habitan en nuestros territorios y que han construido la belleza de Colombia con arte que se exporta y se visibiliza ante el mundo.
Por eso, nuestra cultura y nuestra historia está presente en joyas tan únicas que han inspirado canciones, pinturas y grandes obras literarias, como Cien Años de Soledad, convirtiéndolas en parte de la esencia de Colombia y demostrando por qué somos el país de la belleza.
Acompáñanos a descubrir por qué la joyería es tan especial para Colombia y cómo sus valores diferenciales han permitido que se destaque en el comercio internacional, de la mano de los artesanos y los exportadores colombianos.
La creación de joyería en Cien años de Soledad
Una de las muestras de lo que significa la joyería y la artesanía para Colombia aparece en una obra que ha llevado la literatura nacional al lugar donde habita lo universal. Cien Años de Soledad, escrita por el premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, es una obra con la que Colombia y Latinoamérica han encontrado parte de su identidad y comunidad. Allí, los artesanos hacen presencia en los zapatos del coronel Aureliano Buendía y en su conocimiento de orfebrería, oficio al cual le dedicaba horas para la creación de pescaditos de oro.
“Volvía a fundirlos en el crisol para empezar a hacerlos de nuevo. Trabajó toda la mañana absorto, sin pensar en nada”.
Gabriel García Márquez
La orfebrería es un arte, o por lo menos, una forma de crearlo. En esta, el artesano funde oro o plata para después, con técnicas como la filigrana, crear figuras inspiradas, muchas veces, en la riqueza cultural y natural de Colombia.
Crédito: Cortesía PazApporteCien años de soledad, Gabriel García Márquez nos muestra el valor de estas piezas artesanales, ya que son hechas con tanta concentración y precisión que el coronel pierde la noción del tiempo, algo que seguramente han vivido los artesanos colombianos.
La creación de artesanías es un arte que requiere de tiempo y dedicación. Todo esto para asegurarse de que las piezas creadas sean de alta calidad. Algo que también beneficia a los exportadores, ya que les da ventajas competitivas en el mercado global.
Esta dedicación también se ve reflejada en una costumbre de los orfebres colombianos, la cual consistía en que, cuando una persona quería participar en un taller de orfebrería, debía pasar por una prueba. En esta, el futuro artesano tenía que hacer una tarea agotadora, por todo un día y a plena luz del sol. Esto, para demostrar que tenía la paciencia necesaria para crear piezas fascinantes con oro o plata. Si el aspirante pasaba la prueba, podía empezar a trabajar en el taller.
Que exista un examen de este tipo es una muestra más de que la joyería colombiana es creada con procesos complejos, en los que las capacidades y el talento del artesano son vitales para el producto final de la obra. Algo que sin duda hace que nuestra joyería se destaque en cualquier lugar y encuentre las puertas abiertas en diversos destinos comerciales.
Como esta, en Colombia hay cientos de historias y tradiciones en torno a las artesanías y la joyería. Lo que era de esperarse en un país que se ha dedicado a esto desde los tiempos de los que no hay mucha memoria.
Nuestros antepasados fueron nuestros maestros en dicha labor y crearon piezas que ahora están en museos y fascinan a quienes las encuentran. Un ejemplo es la mítica Balsa Muisca: una de las obras más icónicas de la época precolombina y de las tradiciones artesanales colombianas. Algo que le da más valor a la joyería que se exporta, ya que tiene detrás suyo la historia y el prestigio de lo ancestral.
Así es cómo la obra inspiró la creación de nuevas artesanías
Cien Años de Soledad hace parte de esta gran historia. La obra refleja lo que significan las artesanías para Colombia: los pescaditos de oro del coronel Aureliano Buendía transformaron a Macondo, llevando la orfebrería a los habitantes del pueblo.
Los artesanos colombianos conocen la obra de Gabo y han reconocido en esta la magia de las artesanías que ellos mismos han vivido y sentido en cada figura hecha con técnicas ancestrales.
Gracias a esto, se han desarrollado iniciativas para crear pescaditos de oro reales con técnicas como la filigrana. En estas, han participado artesanos de diferentes partes del país, entre las que se encuentra Mompox, un lugar icónico para la orfebrería nacional; San Jacinto, pueblo símbolo de la cultura colombiana; y Tumaco, cuna cultural del Pacífico Colombiano. Todos especializados en la creación de artesanías, usando oro y piedras preciosas que pueden ser encontradas en el territorio colombiano.
Este es apenas un ejemplo de los cientos de formas en las que Cien Años de Soledad ha inspirado la creación artística en Colombia y el mundo. Y esta es apenas una muestra de lo que significa este producto de origen colombiano para quienes conocemos la belleza de Colombia.
Las piezas artesanales nacionales son únicas y por eso han llegado a rincones de todo el mundo, fascinando a quienes las encuentran. Esto ha impulsado la exportación nacional de este producto, que llegó a los USD 6,5 millones en 2023, un 13,7 % más que en el 2022, lo que muestra el interés que hay en otros países por lo que crean los artesanos colombianos y las oportunidades que tienen los exportadores al posicionar artesanías en diversos destinos del mundo.
