San Andrés se ve de una manera distinta desde el mirador de doce metros de altura que está instalado en el Jardín Botánico, en la sede Caribe de la Universidad Nacional de Colombia. En este espacio de ocho hectáreas, de las cuales seis se mantienen como reserva natural, se estudia la reserva de la biósfera y se conservan especies que han sobrevivido desde la época de los dinosaurios, como helechos y pinos. Da a los visitantes un recorrido por las diferentes etapas de la evolución de las especies de flora y hace un pequeño resumen de la historia de las plantas traídas a la isla por los colonos ingleses.