La Sierra Nevada de Santa Marta ofrece a los aficionados al avistamiento de aves, la posibilidad de apreciar especies entre las que se destacan el Gavilán Pollero, el Cóndor, la Lora Serrana y el Paujil. En esta zona protegida, que hace parte del sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, existen áreas de conservación de aves en Río Frío, San Lorenzo y San Salvador.

A Santa Marta se puede llegar vía aérea desde Bogotá o por vía terrestre desde Barranquilla, Riohacha o Bucaramanga. Es una ciudad ideal para tomar numerosos senderos en los que se pueden observar alrededor de 640 especies de aves de las casi 2.000 que se reconocen en el país.  

En las zonas secas, como en el bosque tropical de Taganga y de la hermosa playa de Bahía Concha, es posible realizar caminatas de hasta dos horas para encontrar a la orilla del mar, más de cincuenta especies como los Azulejos, Garzas, Tángaras Rosadas y Sangre de Toro. En estas playas se encuentran al atardecer, bandadas de Patocuervos, y otras aves acuáticas como la especie Correlimos Zancón, el Flamenco del Caribe y el Falaropo Tricolor.

¿Cómo llegar?

La ciudad se encuentra a los pies de La Sierra Nevada de Santa Marta, ubicada estratégicamente para ser lugar de descanso de miles de aves migratorias. Al tener varios pisos térmicos y una gran diversidad de ecosistemas, el Departamento del Magdalena en general, cuenta con gran diversidad de aves endémicas y casi-endémicas. Además, es un lugar paradisíaco en el que se pueden realizar numerosas actividades recreativas a la par de la observación de aves.

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Para los ornitólogos más aventureros, ir a “pajarear” a Minca es un plan imperdible.  Esta pequeña población se encuentra a 45 minutos de Santa Marta, en el Cerro de San Lorenzo y es un sitio ideal para hospedarse y disfrutar al atardecer de la vista impactante de la inmensidad de la Sierra, de la ciudad, del mar y de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

Desde las gigantescas hamacas colgantes que aparecen en las fotografías populares de Minca en las redes sociales, se pueden avistar junto con el paisaje, algunas especies.

Para conocer las 637 especies de aves que habitan en la Sierra, de las cuales 27, son endémicas, existen senderos hacia la cuchilla de San Lorenzo, ubicada a 2.000 metros sobre el nivel del mar. 

Desde allí, se puede seguir el recorrido hasta el Cerro Kennedy y terminar la exploración en la Laguna Encantada, zona del nacimiento del río Gaira y cuna de especies en vías de extinción. La Cotorra de Santa Marta, el Cerquero de Bangs, el Birro de Santa Marta, el Tiluchi de Santa Marta, el Arañero, el Tucán Caribeño y el Ticotico de Santa Marta son algunas de las aves que se observan por el camino que presenta poca dificultad.

Otro lugar en el que las aves abundan y se dejan fotografiar sin temores es la cuenca del río San Salvador, ubicada en la vertiente norte de la Sierra Nevada. Allí se encuentran 374 de las especies de la Sierra, de las cuales existen 10 amenazadas.  En este sitio se encuentra la Guacamaya Verde Oscura, una especie vulnerable a nivel mundial.  

En el valle del Río Frío, en el municipio de Ciénaga, una zona hidrográfica importante para toda la Costa Caribe, se encuentran 284 especies de aves, de las cuales 18 son endémicas. En este paraje natural es común observar la presencia del Cóndor Andino.  

En la Ciénaga Grande de Santa Marta, la laguna costera más grande del norte del país, se encuentran manglares, ciénagas y bosques acuáticos en los que se levanta el Santuario de Flora y Fauna que lleva el mismo nombre, fruto del encuentro del río Magdalena con el Mar Caribe. 

Allí se encuentran especies como el Pato Cuervo, la Chavarría, el Gavilán Indio Viejo, la Garza Real, el Pato Malibú, el Gavilán Caracolero, el Gallito de Ciénaga, el Pato Cucharo y muchas más. En noviembre, se pueden encontrar aves migratorias como el Pato Barrequete procedente de Norteamérica. Los Flamencos Rosados o Caribeños también forman parte de este abanico de hermosas aves que se pueden avistar en la Ciénaga.

Las aves más exóticas del caribe 

La Reserva Arqueológica de Taironaka es otra opción muy atractiva para los ornitólogos. Este lugar es una réplica de un antiguo pueblo Tayrona en el que además se expone y enseña a los viajeros la relación entre las aves que allí habitan con las tribus indígenas de la zona.

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En Taironaka, además de aprender del entorno sagrado de los indígenas interactuando con la naturaleza y observando el legado arqueológico de la cultura Tayrona, podrás conocer el Batará Pizarroso Occidental, el Turpial Cabecirrojo, el Cacique Lomiamarillo, el Hormiguerito Coicorita, el Avetorillo Panamericano y el Loro Cabeciazul.

El avistamiento de aves en estos destinos naturales, requiere de guías especializados para no perderse en las rutas. No olvides llevar ropa cómoda (en lo posible de colores suaves para no exaltar la fauna), bloqueador solar y repelente contra insectos.  

Santa Marta es un destino que sobrecoge a expertos y aficionados con la admirable biodiversidad de aves que allí habitan. Es un sitio ideal para realizar investigación mientras los paisajes y el clima impresionan a nuestros visitantes con su bondad y belleza.

Realizar avistamiento de aves en Santa Marta es una actividad que te deleitará con grandes e inusitadas sorpresas naturales.

¡Ven a Santa Marta y déjate sorprender por el canto y colorido de las aves colombianas!