El pasado colonial de la Villa de Nuestra Señora de Santa María de Leyva se hace evidente a cada paso que se da mientras se recorren sus calles empedradas.
 
Ubicada en la provincia de Ricaurte, Boyacá, a cuarenta kilómetros de la ciudad de Tunja y a 165 kilómetros de Bogotá, este municipio promete sumergirte en la experiencia de un viaje en el tiempo. La magnífica preservación de la arquitectura colonial hace que este destino, fundado en 1572, haya sido declarado Monumento Nacional en 1954.
 
Villa de Leyva pertenece a la red de los diecisiete Pueblos Patrimonio de Colombia y es hoy en día uno de los destinos turísticos más visitados del centro del país. 
 
Con un magnífico clima de 18 grados centígrados durante todo el año, se levanta en un paisaje de características desérticas que le imprime un color oro especial.  Numerosos parajes rodean a este municipio, entre los que se encuentran diferentes maravillas naturales como pozos de aguas cristalinas, páramos, cascadas y terrenos desérticos.

Disfruta de la arquitectura histórica de Villa de Leyva 

El encanto de la arquitectura que se puede contemplar en esta población tiene que ver con la sinergia que lograron tejer los antepasados con los materiales utilizados, el diseño de las construcciones y la naturaleza circundante.  
 
Estas tres características se fundieron desde la época colonial para lograr una arquitectura vernácula que se ha venido incluyendo en las nuevas edificaciones construidas en los últimos tiempos. De esta manera, se ha garantizado que el aumento de tamaño de esta población se haga de manera proporcionada guardando el respeto por la estética dominante que sin duda crea la atmósfera particular tan atractiva para todos los viajeros.
 
Los materiales que se utilizaron inicialmente en Villa De Leyva se obtenían de las regiones cercanas. Madera, cal, arcilla, tierra y piedra, son algunos de estos materiales de colores particulares encontrados en la región, con los que se producen desde entonces adobes, tejas y ladrillos.  
 
La estructura colonial, con marcados acentos de la tradición, cuenta con casas en su mayoría de dos plantas, cuyas fachadas están pintadas de color blanco. Te encontrarás con hermosos balcones de influencia morisca, adornados con macetas de flores y con puertas de madera y herrajes con diseños elaborados y sutiles.
 
También se destacan algunas casas con estructura en forma de “L”, y los jardines interiores que guardan verdaderos tesoros de la flora del lugar.

También te puede interesar: Disfruta del turismo ecuestre en Villa de Leyva
 
En el recorrido por Villa de Leyva te enamorarás del estilo artístico y bohemio del pueblo de corazón boyacense, mientras visitas los numerosos cafés, bares y restaurantes que ofrecen con un ambiente diferente, las delicias gastronómicas del lugar.  
 
Entre sus atractivos arquitectónicos, se encuentra la plaza principal, cuyo piso está totalmente empedrado y mide 14.000 metros cuadrados. Este parque, rodeado de casas, alberga la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Villa de Leyva.  
 
Este hermoso templo católico se ubica al costado oriental de la plaza y su construcción data de 1604, lugar en el tiempo que le ha permitido ser testigo de numerosos eventos históricos y políticos.  
 
En su interior guarda altares, imágenes y cuadros de estilo barroco de importantes artistas coloniales, como Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos y Jerónimo Acero. Fue construida en piedra pintada de blanco y es hoy en día el centro de reunión de los feligreses, especialmente durante el día domingo.
 
En Villa de Leyva, no todo es simetría, también se respira arte puro y libertad pues su población se ha encargado a lo largo del tiempo de dar la bienvenida y acunar a destacados arquitectos, pintores, escultores y literatos, y a algunas comunidades religiosas que han contribuido a dar el toque humanístico y especial que se revela también en la arquitectura del pueblo.

La arquitectura histórica de Villa de Leyva te sorprenderá con grandes actividades

Un ejemplo de estas contribuciones a la libertad y al arte que recupera técnicas indígenas, se encuentra a las afueras de la ciudad. No puedes dejar de visitar la “Casa Terracota”, una vivienda realizada con una mezcla de arcilla y agua horneada al aire libre para exhibir en su sencillez una exhuberante belleza.  
 
Es una obra del arquitecto y ceramista Octavio Mendoza Morales que impulsa a los jóvenes talentos a tener imaginación y una amplia perspectiva artística utilizando los elementos y técnicas ancestrales. Está conformada por una pieza de cerámica de quinientos metros cuadrados, cuyas materias primas son los cuatro elementos de la naturaleza, y que convierte la tierra cocida en una hermosa pieza de arquitectura. 

También te puede interesar: Tejidos artesanales y orfebrería de Colombia, mucho más que un arte local
 
Esta edificación desafía a la arquitectura colonial con una infraestructura original y tecnológica, amigable con el medio ambiente al que aísla el frío y el calor y promete resguardar a sus habitantes de posibles incendios forestales. 
 
Villa de Leyva es una ciudad que vale la pena recorrer a diferentes horas del día, pues la intensidad de la luz hace que la perspectiva cambie de manera mágica.  Cada puerta abre la posibilidad a conocer mundos distintos y corazones diferentes.  La Alcaldía, la Casa Primer Congreso de Colombia, la Casa Museo Antonio Nariño, la Plazuela del Carmen y los diferentes hoteles, son una muestra de este oasis de paz y escenario perfecto para fotografías románticas que ofrece su arquitectura antigua de lineas definidas.
 
Ven a Villa de Leyva en cualquier época del año, admira su arquitectura, explora a fondo los detalles de cada espacio, diviértete en grande y conoce uno de los pueblos más hermosos de Colombia.