A no más de un kilómetro del centro de Florencia, los viajeros pueden apreciar los petroglifos de El Encanto. Se trata de una roca de un metro de alto por dieciseis metros de ancho en la que indígenas precolombinos dejaron testimonio de su existencia. El friso, en el que se aprecian símbolos con figuras de seres humanos y de animales, estuvo cubierto por las aguas del río Hacha hasta 1962.