Para ‘flotar’ sobre la selva del Amazonas hay que vencer el miedo a las alturas, pues antes es preciso escalar un árbol de 35 m en el Parque Nacional Natural Amacayacu. La vista desde arriba compensa el esfuerzo. Luego se cruza un puente colgante de 60 m hasta otro árbol y se desciende en rappel. Todo es verde alrededor y al llegar de nuevo al piso cuesta creer que se conquistó la cima de la selva.