En este lugar lleno de memoria existen pueblos que por su cultura, arquitectura y costumbres se han convertido en un patrimonio para la nación. Estos pueblos nos representan y son la voz de la historia de Colombia. En la región de los Andes Occidentales colombianos existen algunos lugares mágicos que con su belleza, calma e inspiración te invitan a conocerlos y a visitarlos una y otra vez.

Jardín, el pueblo donde se siente el encanto de la cultura paisa

Jardín, pueblo de Antioquia.
Foto cortesía de Shutterstock

Con hermosas calles decoradas con fachadas coloridas y flores multicolores, este pueblo recibe a sus visitantes de la manera que se merecen. Ubicado a tan solo cuatro horas de la ciudad de Medellín, Jericó se caracteriza por su preservada y cautivante arquitectura, la cual acumula más de 150 años de existencia. Es uno de los pueblos con patrimonio de Colombia más reconocidos, especialmente por su ambiente acogedor y su gran belleza. 

Uno de los atractivos turísticos que tiene Jardín es su preservada arquitectura luciendo exactamente como lo hacía hace 100 años. Sus balcones pintorescos y sus fachadas cautivan por los colores vivos que las caracterizan e invitan a todo aquel que loa visita a explorar un poco más de este lugar. Aquí encontrarás lugares con un gran atractivo, como la Cueva del Esplendor, una espectacular cascada escondida entre las montañas. 

Además de sus lugares naturales, algunos de los sitios de interés que puedes encontrar aquí son la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, un monumento nacional construido con planos del italiano Giovanni Buscaglione, y, por si fuera poco, el centro de la ciudad es coronado por el maravilloso Parque Principal de Jardín, uno de los sitios predilectos de visita debido a sus múltiples fondas y lugares de reunión. Esta plaza es Monumento Nacional desde 1985 y está empedrado con rocas del río Tapartó.

Santa Fé de Antioquia, la ciudad histórica de Colombia

Santa Fe de Antioquia
Foto cortesía de Shutterstock.

Sus casas de los siglos XVI, XVII y XVIII hacen de este pueblo un lugar único y una de las razones del porqué es considerado Monumento Nacional. Además, tiene uno de los puentes colgantes más largos del mundo, el Puente de Occidente, que mide casi 300 metros de largo y se encuentra sobre el río Cauca. El puente fue diseñado por José María Villa, un ingeniero colombiano que participó en la construcción del puente de Brooklyn.

Todo el pueblo en sí atrae la atención y el interés de quien lo visita. La arquitectura magistral que se ha preservado a través de los años confiere a Santa Fe de Antioquia el aspecto de una ciudad atrapada en el tiempo. Su aspecto colonial, que inspira y encanta, ha sido uno de los motores principales para que fuera declarado Monumento Nacional.

El pueblo está rodeado por múltiples iglesias con valor histórico y cultural como la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción de estilo neoclásico renacentista construida entre 1797 y 1837. Otras iglesias que merecen una visita obligada son: la Catedral de Santa Fe de Antioquia, la Iglesia de Santa Bárbara, la Iglesia de Nuestra Señora de Chinquinquirá, la Iglesia de Jesús Nazareno, Iglesia de San Pedro Claver y la Capilla de San Juan Nepomuceno.

Además, el pueblo cuenta con un lugar legendario llamado La Casa Negra, una casa del siglo XVII hogar del poeta Julio Vives Guerra en el año 1873. Con sus puertas y ventanas pintadas de negro, es un monumento de la ciudad el cual fue durante un tiempo un establecimiento educativo y actualmente hace parte de la Administración municipal.

Jericó, Atenas del Suroeste

Construcciones coloniales junto al Jardín Botánico de Jericó
Foto de Shutterstock

Jericó es uno de esos pueblos que inspiran a todos los que tienen la fortuna de conocerlo. Ubicado en la cordillera occidental de los Andes, al suroeste de Antioquia, este es uno de esos lugares que conservan intacto nuestro pasado y tradición colombiana. Allí, entre diversas fábricas de cuero que elaboran miles de carrieles y otros utensilios propios del atavío tradicional paisa del siglo XIX, descansan algunas casitas de estilo colonial y republicano e iglesias de estilo románico y neogótico, además de una de las plazas centrales más emblemáticas de la arquitectura rural colombiana.

Adicional de su bella y bien conservada arquitectura, Jericó es reconocido como la Atenas del Suroeste, pues, desde bien entrada su fundación, el pueblo se caracterizó por su cultura y afán literario. Y es que entre los hijos pródigos de esta tierra están Héctor Abad Gómez, profesor y político colombiano, padre del escritor Héctor Abad Faciolince; la poeta Dolly Mejía; la artista Jesusita Vallejo y el narrador y periodista Manuel Mejía Vallejo. Gracias a este precioso legado cultural, festivales internacionales como el Hay Festival han decidido hacer de este paraíso una de sus sedes para el arte y la cultura de todo el planeta.

Ahora bien, tal vez la hija más querida popularmente por la gente de la zona sea Laura Montoya, la primera mujer colombiana declarada santa por la iglesia católica. En honor a ella existen diversas construcciones religiosas en el pueblo, todas de increíble valor arquitectónico y espiritual, para el deleite de los turistas. Entre ellas destacan la Catedral de Jericó, una imponente construcción que, en una de sus criptas interiores, tiene uno de los más bellos museos de arte religioso del país. En este sentido, otro lugar de interés es la casa de Laura, “la santa de Colombia”, hoy convertida en museo. 

Además de estos escenarios, la plaza del pueblo, rodeada por diversas tiendas de artesanía en cuero y restaurantes, es uno de esos lugares que invitan a relajarse y descansar con el mejor café colombiano. De sus montañas aledañas brotan aromas a café y cardamomo, cultivos insignia de la zona. Entre todos estos encantos, el Teatro Santamaría y el Palacio Municipal Santiago Santamaría son dos de esos lugares que también te encantarán. Y si lo tuyo es admirar la naturaleza y la vida silvestre en su esplendor, visita el Jardín Botánico Los Balsos, pues allí anidan algunas de las aves multicolores más hermosas de la zona entre miles de arbustos y árboles nativos.

Concepción, el pueblo más típico de Antioquia 

Plaza central de Concepción, Antioquia.
Foto de Shutterstock 

La Concha, Tierra de los Córdobas, este último apelativo en honor a José María Córdova y su hermano José Salvador, ambos próceres de la patria, es una de las reliquias más hermosas de nuestro pasado colonial y de la tradición paisa. A tan solo un poco más de 70 kilómetros de Medellín, hacia el oriente del departamento, esta joya arquitectónica descansa entre montañas cafeteras, guayabales, cultivos de papa y arbustos de fríjol y arveja. Con sus calles empedradas y casonas coloniales intactasentre ellas la de la familia Córdova, que hoy sirve de museo y casa cultural, Concepción se destaca por ser uno de los destinos con patrimonio más apetecidos de Colombia.

Y es que en cada laja de piedra, en cada esquina y balcón de madera florido que da al viento se demuestra la riqueza de la tierra paisa y la inigualable amabilidad de su gente. No por nada el lugar es uno de los municipios más dulces de Colombia: la guayaba, su fruta insignia, sirve de base para exquisitos dulces y otras preparaciones típicas. Además de disfrutar de diversos manjares, hay mucho por hacer: si la idea es pasar un fin de semana en contacto con la naturaleza, existen diferentes lugares para visitar. El charco el Brujo, La Planta, El Aguacate, Quebrada Loca y demás esperan a aquellos que quieran refrescarse con el agua cristalina de nuestros riachuelos. 

Asimismo, otros sitios de interés son la cueva del Ermitaño, las cascadas Matasano y Palmichal. Sin duda, aquí descansan algunos de los parajes más bellos de todo Antioquia para alegría de los viajantes que, en busca de la paz y la calma que no habita las ciudades, quieran vivir una experiencia como ninguna. 

Visita algunos de estos encantadores pueblos con patrimonio de los Andes Occidentales Colombianos y descubre a través de sus historias por qué somos considerados uno de los lugares más queridos del mundo.

 

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