Desde Inírida se puede viajar en lancha durante cerca de una hora hacia el norte para flotar en el Orinoco, el tercer río más caudaloso del mundo. Allí se encuentra un punto que el naturalista alemán Alexander von Humboldt bautizó a comienzos del siglo XIX como la estrella fluvial del oriente debido a que en el sitio confluyen también los ríos Atabapo y Guaviare.