La región Amazónica, única y majestuosa

El río más largo del mundo conserva riquezas naturales y formas de vida ancestrales.

Que Colombia sea un país de una cultura diversa y de una naturaleza imponente se debe, en buena medida, a la región Amazónica, que recibe su nombre precisamente del magnífico río de color café que serpentea en medio de la selva verde, como si se tratara del sistema nervioso que da vida a ese inigualable ecosistema.

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El río Amazonas, que también pasa por Brasil y Perú, es el más largo y caudaloso del planeta, y ni siquiera el Nilo, el Yangtsé y el Misisipi juntos lo superan. En torno a este poderoso cuerpo de agua, más que un territorio, se ha forjado una identidad, una forma de ser y de estar en el mundo.

Eso es lo que ofrece la región Amazónica a los turistas: una experiencia única, auténtica, en un territorio virgen en el que habitan comunidades originarias que viven de la caza y la pesca, y que practican creencias y rituales todavía desconocidos para la mayor parte de los occidentales.

Algunas de las culturas indígenas que habitan la región son los ticunas, los huitotos y los yucunas. En total, se sitúan en la Amazonía colombiana 28 resguardos en los que se conservan la historia, la tradición, la cosmovisión y la riqueza ecológica ancestral.

De hecho, el Amazonas es hogar, ni más ni menos, que de 212 especies de mamíferos y 195 especies de reptiles. Además, se encuentran allí numerosos tipos de aves y, con algo de suerte, se puede avistar al particular delfín rosado surcando las olas del río.

Así mismo, en la zona, de clima cálido y templado con lluvias, abunda la vegetación y, por tanto, las plantas medicinales que hacen parte de tradiciones ancestrales, además de árboles gigantes, como caobos y cedros.

Este ecosistema tan particular hace de la Amazonía una región rica en reservas naturales, y apta para el turismo ecológico y extremo. Allí, podrás escalar árboles de grandes dimensiones, hacer caminatas en la selva, practicar canopy, navegar por el río Amazonas, observar la fauna y la flora del territorio, o hacer parte de una travesía fluvial hasta los lugares más remotos en el corazón de la selva.

Igualmente, podrás llegar a interactuar con las comunidades indígenas y probar platos típicos de la región, como el mojojoy, la fariña y los pescados de agua dulce. Además, podrás asistir a eventos como la Semana Santa, el Cumpleaños de Leticia, el Festival de la Confraternidad y otras fiestas que te revelarán la esencia de la misteriosa región Amazónica.